Antes se decía: «¡Mamá, quiero ser artista!». Ahora con la crisis que hay en cultura creo que tenemos que buscar otra cosa, algo que esté dando mucho que hablar, algo que de trabajo, que es lo importante ahora mismo, algo que se haya puesto de moda… ¡ya lo tengo! «¡Mamá, quiero ser Community Manager!».

¿Qué es?

Últimamente se prodiga en diversos blogs y webs el término «Community Manager». Tras investigar por aquí y por allí os expongo mis reflexiones sobre este boom tecnológico.
Maestros del Web lo define como:
«La persona encargada de gestionar, construir y moderar comunidades en torno a una marca en Internet. Esta profesión se perfila dentro de las empresas que descubren que las conversaciones sociales en línea, son cada vez más relevantes y que necesitan un profesional que conozca sobre comunicación en línea, haciendo uso de los nuevos canales de comunicación a través de herramientas sociales».
Imagen de Flickr con licencia cc. Hicking artist.

Básicamente: la persona que se encarga de gestionar el perfil de una institución/empresa en las Redes Sociales.

Pero ¿puede ser considerado un puesto de trabajo diferenciado o es una tarea que forma parte del Departamento de Recursos Humanos?.
Supongo que es el tejido empresarial e institucional el que tiene que configurar eso, por mi parte creo que más que un puesto de trabajo es una función nueva dentro del departamento de Recursos Humanos, pero independientemente de eso, algo sucede con el término de Community Manager. La búsqueda en Google me ofrece 93.500.000 resultados sobre este concepto, y puedo decir que un alto porcentaje son Másters sobre Community Manager. De hecho, no soy la única que ha buscado información sobre este término: España es el primer país del mundo en preguntar a Google qué es un Community Manager (El País).
El País, en un interesante artículo habla de que tenemos una burbuja tecnológica y es la del Community Manager.   
Todo el mundo quiere ser Community Manager. Los informáticos consideran que deberían ser ellos porque gestionan las herramientas. Los psicólogos reclaman su lugar en el departamento de Recursos Humanos y su pertinente presencia como gestores de esa labor. Los publicistas consideran que son ellos los actores clave… y así hasta diversas profesiones.
Si algo evidencia este tema precisamente es cómo la línea de la «titulitis» es cada vez más difusa en los entornos profesionales reales. Es decir, el título es la base, pero lo importante para ser Community Manager son las habilidades y competencias que demuestres en el manejo del perfil de la institución.
Es cierto que hay determinadas labores que parecen delimitadas para un perfil profesional determinado, pero, o bien hay que crear equipos multidisciplinares para ejercer tareas de Community Manager, o bien las habilidades que hay que poner en práctica son diversas y hay que formarse en distintos ámbitos para hacer.as
¿Moda o necesidad real?: la burbuja tecnológica.
El boom de las redes sociales es innegable. Si como bien dijo White (2008) actualmente más que hablar de nativos e inmigrantes, lo adecuado sería hablar de residentes y visitantes. Un residente sería una persona que desarrolla parte de su identidad en la red. Desde esta concepción la red es un lugar más, y como lugar más que es, en ella desarrollamos una identidad, nuestra identidad digital.

Siguiendo estas ideas es entonces coherente pensar que las empresas e instituciones también quieran gestionar «su identidad» en las redes, concretamente además, en las redes sociales, que han revolucionado los patrones de comunicación conocidos hasta ahora.

El Community Manager se encargaría de gestionar esto. Sin embargo, aunque sea una necesidad, eso no significa que no se haya convertido en una moda. De hecho, lo ha hecho. Plantearnos ubicar nuestra empresa o institución en las redes sociales es algo que debe hacerse bien, con calma y analizando qué es lo que queremos. No podemos plantear que el Community Manager va a venir a solcuionar todos nuestros problemas y a traernos clientes, porque cometeremos un fallo importante. Y quizás empeoremos la imagen y calidad de las comunicaciones, más que mejorarla.

 Los errores se pagan caros
Siguiendo las ideas de Óscar del Santo y John Andioni hay una serie de errores que si comentemos como responsables del perfil institucional o empresarial en red podemos perjudicar enormemente nuestro trabajo y por tanto a nosotros mismos. Principalmente, porque al estar moviéndonos en las redes, un error es mucho más visible y extendible. Por lo tanto las estrategias hay que plantearlas con calma y analizando lo que queremos hacer.
¿Sólo para empresas?
Parece que hay una tendencia a entender que el Community Manager sólo funciona en ámbitos estrictamente empresariales, pero ¿por qué no gestionar el perfil en red de una institución de carácter social? ¿o de un proyecto de investigación?.
El aspecto educativo
Imagen de Flickr con licencia cc. Hicking artist.

La gran cantidad de Másters nos hace entreveer que existe una demanda real de gente que quiere formarse para ser Community Manager.

Incluir en el currículum que tenemos un Máster puede quedar muy bien, pero hay que tener en cuenta que muchos de los Community Managers que se encuentran en activo indican que aprendieron siendo autodidactas. Es decir, que como comenté anteriormente, un componente fundamental es el desarrollo de habilidades adecuadas.
En este sentido, hay un concepto que creo que es bastante pertinente. Hace tiempo que los educadores venimos hablando de PLES (Personal Learning Environments) para entender que hay un salto cualitativo en la manera de entender la formación en red. Al igual que los blogs y wikis nos llevaron a hablar de Web 2.0 y una nueva manera de entender la red, la evolución de las mismas y el uso masivo de redes sociales y otras herramientas, ha posibilitado entender que también podríamos hablar de un nuevo salto cualitativo, un e-learning 2.0, que va más allá de campus virtuales, para entender la formación en red de otra manera, gestionada a través de PLEs, los cuales no se transmiten, tal clase magistral, sino que es el alumno el que lo construye, siendo nosotros facilitadores del proceso.
Ideas finales
Desde mi punto de vista para ser un buen Community Manager no bastaría con crear y mantener un perfil institucional en una red social. Incluiría otras cosas:
Definir las necesidades de los usuarios de esa institución/empresa. No es crear redes y perfiles a lo loco, sino hacer previamente un estudio de las necesiades de los potenciales usuarios o seguidores de esa red social.
Crear y gestionar los mecanismos de comunicación en las redes sociales. Es decir, planificar estrategias para publicar contenido nuevo, periocidad, tipo de contenido (texto, vídeo…). Incluso tener la previsión de tener preparada una estrategia para la resolución de conflictos en las redes.
 
Fomentar la participación de los miembros. La idea no es usar las redes sociales como un panel de corcho en el que pegar noticias. Implicar a otros usuarios es efectivo, las personas que construimos cosas juntas nos sentimos más identificados con la institución.
Fomentar la participación dentro de la empresa/institución. Aunque sea una persona la que ejerza de «responsable» o «coordinador» de las redes sociales de una empresa, sería adecuado abrir los cauces de comunicación y posibilitar que el resto de personal de la institución pueda participar también. Cuando se ve que la institución va por un lado y que el responsable de las redes sociales va por otro da mala imagen. Hay que fomentar la participación en todos los sentidos.
El uso de las redes sociales está tan extendido que las invitaciones y sugerencias que nos llegan no nos llaman la atención a no ser que realmente sean creativas y emprendedoras. Ser original y creativo es básico para poder desarrollar estas tareas.
Una vez hagamos el trabajo bien podremos llamarlo «Community Manager», que en el currículum siempre queda muy bien, pero centrándonos en que detrás de eso haya contenido, habilidades y competencias, que es lo que nos demanda el mundo hoy en día.
5 comentarios en «Mamá, de mayor quiero ser ¡Community Manager!»
  1. ¿Y no es al final una especie de webmaster del siglo XXI? Tanta importancia a ser prosumidores, a la comunicación para acabar siendo más de lo mismo…

    PD En la lista de quienes quieren serlo igual podemos poner tb. a pedagogos/as, jeje)

  2. Muy buena reflexión. Podría ser un webmaster 2.0 jeje, el tema es que es cierto que ya no sería tanto informática, sino más habilidades de gestionar la comunicación en las redes.

    … y claro que los pedagogos aparecerían en la lista, pero no iba a ser yo la que echara piedras en el propio tejado 😉

    Gracias por comentar la entrada.

  3. A mí, la verdad, siempre me da un poco de alergia tanto máster y cursillo de Communiy Manager… En el fondo, como dice Iñaki, no deja de ser el webmaster de siempre, con nuevos medios y canales.

    El problema que le veo yo a estos cursos es que se centran en los conocimientos técnicos para generar "ruido" en las redes, pero no en aportar y crear contenido de calidad. Y eso es, para mí, lo que diferencia a un buen CM de otro.

    Por mucho que utilicen las últimas herramientas y redes sociales "super-mega-geek", si el contenido, el mensaje, el estilo, etc., no me engancha, y/o simplemente es un RT de noticias de otros y de comunicados de la empresa… poco 2.0 lo veo, no? 😉

    Felicidades y ánimo con el blog!

  4. Yo pienso en la de dinero que se habrán gastado pequeñas empresas contratando un Community Manager pensando que eso iba a solucionar todos sus problemas.

    Estoy de acuerdo en lo que comentas, lo curioso es que los Máster y cursos siguen saliendo como setas, habrá que ver en el futuro si sirven para algo.

    ¡Gracias por comentar! 🙂

  5. Y qué tal maestra de infantil,con máster en CM?, Porque desde luego habilidades y competencias tenemos de sobra con los futuros constructores de la sociedad,!!!los niños!!!!, que tal si la casa no empieza por el tejado?, gracias maría del mar por tu blog..

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