Cuando estuve viviendo en Inglaterra me hacía gracia encontrarme fruta de la Región de Murcia en los supermercados. Le echaba una foto y se la mandaba a la familia: «mira mamá, una manzana casi un pound».

¿Y qué tendrá que ver esto con el Mar Menor? pues mucho. La Región de Murcia, es una de las zonas pobladas más secas del planeta. Sin embargo, nuestro modelo productivo se ha basado en las últimas décadas en el regadío como uno de los principales pilares de la economía.

En la primera década de este siglo, vivir en la Región de Murcia y decir que estabas en contra del «agua para todos» era casi un suicidio social y que cualquier tertulia entre amigos terminara en discusiones en torno a cómo podías estar deseando tanto mal a tu propia tierra.

Muy pocos cuestionaban que en una de las zonas más secas del planeta se estuvieran realizando cada vez más cultivos al año y se inaugraran campos de golf por doquier. Lo que queríamos era agua. ¿A quién puede hacer eso daño?.

Una de las consecuencias de esto es que modificó el campo de Cartagena, de pasar a cultivar en terrazas, pasamos a mares de plástico y modificación de los terrenos. Esto unido a muchos más motivos, como algunos que apenas se mencionan, como los residuos mineros (recomiendo mucho este artículo de datavista para entender la problemática del Mar Menor y este artículo para entender 10 motivos que han acabado con el Mar Menor) ha hecho que presenciemos uno de los mayores desastres medioambientales de la historia de nuestro país.
Hemos matado al Mar Menor.

Por supuesto que todos no tenemos la misma responsabilidad. Y aquí entra lo complicado del asunto. Tenemos leyes que no se aplican y admistraciones que se echan la culpa a otras y que no actúan. Actuaciones alarmantes y más aún todavía cuando la desgracia ya había sucedido y cuando en 2016 ya tuvo un primer episodio realmente alarmante.
Pero todos vivimos aquí y lo hemos visto morir sin hacer nada. Excepto las honrosas actuaciones de algunos colectivos como ANSE y Pacto por el Mar Menor.

Ante el desastre de los peces muertos, un grupo de profesores de la Facultad de Educación nos dimos cuenta que cuando el sistema falla, la sociedad tiene que coger las riendas. Como profesionales de la educación tenemos mucho que decir y aportar sobre este tema.

Por ello, empezamos de manera informal, entre compañeros que nos conocíamos y sabíamos que compartíamos inquietud por el Mar Menor, una recogida de firmas. Fuimos a buscar el apoyo y la experiencia de las compañeras del área de Ciencias Experimentales, que son las profesionales en torno a cómo se trabaja la Educación Ambiental, y con el apoyo del equipo decanal de la Facultad iniciamos una recogida de firmas para apoyar la manifestación del Mar Menor que tuvo lugar el día 30 de octubre en Cartagena. En apenas dos días pudimos conseguir más de 1300 firmas.

A partir de ahí hicimos la propuesta de dos actividades culturales que han sido realizadas como parte de las actividades culturales de la Facultad, en el marco además de la semana de educación. Una ha sido la exposición SOS Mar Menor que ha incorporado diversos trabajos, por un lado, una acción artística colaborativa del alumnado de Ed Infantil y ASSIDO. Usando el juego simbólico se ha simulado un mar contaminado con elásticos y globos que permite tomar concienciar de la catástrofe. Por otro lado, una recopilación de trabajos del alumnado sobre la problemática del Mar Menor. Se ha ubicado en el hall de la Facultad de Educación y ha sido organizada M.Dolores Martínez, Eva Cristina Mesas, María Magdalena Castejón y Jose Víctor Villalba.

La última actividad ha sido una mesa redonda titulada «Mar Menor y educación», que ha sido coordinada por Patricia López Vicent, y en la que han colaborado Mercedes Jaén, María del Mar Sánchez, Jose Víctor Villalba, Patricia Esteve, Isabel Baños e Isabel M. Solano.

Esta mesa redonda ha contado con las aportaciones de Julio Mas, biólogo y exdirector del Centro Oceanográfico de Murcia; Isabel Rubio, portavoz de Pacto por el Mar Menor; Paco Ruíz, maestro del CEIP La Asomada y promotor del proyecto «el Mar Menor de los niños» y Mercedes Jaén, profesora del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales, con amplia experiencia trabajando este tema en las aulas.

Ante un salón de actos lleno de alumnos y profesores, se habló de la problemática del Mar Menor y qué podemos hacer desde la educación para trabajar con ello. No tenemos palabras suficiente de agradecimiento para los ponentes por su trabajo, su buen hacer y su emoción hablando de lo que es el Mar Menor. Julio nos enseñó de dónde viene toda la problemática del Mar Menor y nos aportó datos interesantísimos que desconocíamos y nos asombraron, Isabel nos explicó cómo podemos trabajar por él y puso en valía el gran trabajo de Pacto por el Mar Menor estos años, Paco nos emocionó hablando del maravilloso proyecto de aprendizaje-servicio que lleva a cabo con sus alumnos y Mercedes nos hizo reflexionar sobre todas las posiblidades que tenemos de poder trabajar el tema en las aulas.

Reivindicamos la importancia que tiene la educación en esta problemática. Los profesionales desde el ámbito educativo ayudan a entender qué ha pasado y cómo podemos ser parte de la solución. También pueden promover acciones que favorezcan el cuidado del Mar Menor a partir de experiencias de aprendizaje servicio.

Todas estas acciones no hubieran sido posibles si no se hubiera trabajado de manera coordinada: compañeros de distintos departamentos que dijeron sí desde el principio (Patricia López, Josevi Villalba, Isa Solano), compañeros de didáctica de las ciencias experimentales (Mercedes Jaén, Patricia Esteve e Isabel Baños) que nos guían como expertos en el tema. Y el equipo decanal que apoya el desarrollo de estas iniciativas. Y por supuesto los compañeros que nos animan y apoyan en estas ideas. Queremos que estos primeros pasos que hemos dado de manera informal acojan cada vez a más compañeros interesados en el tema.

También tenemos que dar las gracias de todo corazón a los asistentes y los compañeros que movilizaron a sus alumnos para que pudieran asistir a la mesa redonda. Ver un salón de actos lleno de alumnos es algo maravilloso.

Creo que resumiría lo fantástica que fue esta mesa redonda en unas palabras que dijo Mercedes Jaén: «Si somos capaces de salvar el Mar Menor, seremos capaces de salvar el mundo».

Salvar el Mar Menor es salvarnos un poco a todos, es honrar nuestros recuerdos, reconciliarnos con nuestro presente y, sobretodo, salvar el futuro.

Algo raro pasa en el mundo cuando puedes encontrar en el norte de Europa tomates de Mazarrón, mientras que en Cartagena la gente consume los tomates de Marruecos. Si algo estoy aprendiendo en las redes, es que la escuela es un bastión de resistencia ante temas ambientales.

Pablo Ros, como parte de un trabajo que estaba realizando, me preguntó hace un tiempo por las redes qué hacíamos desde la universidad en torno al cambio climático. Yo sé que la Universidad de Murcia está haciendo grandes cosas, como evidencia el proyecto odsesiones, pero me hizo plantearme ¿qué estoy haciendo yo?.

Que no sea nuestro campo de trabajo no es la excusa, evidentemente que tenemos que dejarnos guiar por expertos, pero el mundo hacia el que vamos requiere que empecemos a vincularnos todos desde nuestros ámbitos de conocimiento, a conectarnos, a ser parte de la solución y no del problema. No hay tiempo para quedarnos impasibles.

El Mar Menor no tiene tiempo, el mundo no tiene tiempo.

Movimientos como teachers for future nos enseñan lo que podemos hacer. Las escuelas nos muestran el camino. En la universidad no nos queda más que sumarnos y recuperar lo que siempre ha sido esta institución, una impulsora de cambio y mejora de nuestro entorno.

Esperamos que esto sea el principio de más iniciativas interesantes y que cada vez sumemos más compañeros, que sabemos que están ahí haciendo cosas interesantes.

Sumemos sinergias. Salvemos el Mar Menor.

 #SOSMarMenor

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