No conozco quién dijo la frase de «si no eres parte de la solución eres parte del problema» pero me viene al dedillo para introducir el tema del que vengo reflexionando desde hace tiempo.
Que la educación necesita mejorar parece que es algo claro y compartido por todos. Pero ¿quién tiene la culpa del fracaso educativo? porque claro, alguien tendrá que tener la culpa ¿no?.
«Los niños de la ESO». He escuchado hasta chistes sobre este tema. Yo misma me río de las bromas. Pero esconde algo bastante serio, la actitud de echarle la culpa del fracaso educativo actual a un cambio legislativo que sucedió a finales de los 90.
Ni la ESO es perfecta ni es el demonio personificado en un documento que se publicó en el BOE. Es una ley que tiene aspectos que pedagógicamente en el papel son buenos (como la LOE, desde mi punto de vista) pero que no se han sabido acercar a la realidad del aula. Es una ley que, como todo, se politizó y se ha convertido en ese saco roto al que caen todos los problemas educativos. Claro que algo falla en la ley y es su aplicación, ¿cómo va un profesor a realizar el cambio educativo y metodológico que implican las competencias de repente? es necesaria la formación a docentes, tratar los problemas reales del aula, pero ante estas dificultades ¿qué se va a hacer? seguramente crear una ley educativa nueva que volverá a venir desde arriba y que seguirá sin centrarse en acercarse a la realidad de nuestras clases.
Una ley como la actual LOE no puede ser mala por los principios que sustenta: igualdad, atención a la diversidad, aprendizaje significativo, competencias… lo que falla es cómo hacer que esas palabras escritas lleguen a la realidad de las clases.
Me apuesto lo que queráis a que el COU hubiera fracasado igual o más que la ESO. ¿Por qué?  porque la sociedad ha cambiado, y la escuela no puede atrincherarse detrás de modelos educativos pensados para una sociedad del pasado. Escuche en el telediario que 1 de cada 3 niños trabajarán en profesiones que aún no existen. ¿Cómo se educa para algo que no existe? ahí amigos es dónde entra en juego el nuevo modelo educativo, basado en competencias, en desarrollar habilidades, el famoso «aprender a aprender».
Sin embargo, mira que nos cuesta cambiar el chip. Yo misma me encuentro esa perspectiva que convive en la sociedad que me rodea, se sigue pensando que el inteligente es el que más información asimila, me lo dicen mis amigos, mi familia, lo escucho en la tienda, en la televisión… «si el niño quiere ser algo tiene que sentarse a estudiar» «mi niño te recita de memorieta los ríos de España y no le han puesto un 10 porque dice que no trabaja bien con los demás ¿tú te lo crees?», «hoy en día no se esfuerzan, se pasan todo el día haciendo dibujitos», «hay que calentar silla». Esas mismas personas por otro lado te dicen «el otro día vino una muchacha a una entrevista de trabajo y no sabía expresarse ¡a dónde vamos a parar!», «me da igual el currículum que tenga, esa es la base, lo que quiero es gente que trabaje en equipo», «si es que tiene 20 años y es incapaz de ir al médico sólo», «me fui con él para decirle de qué asignaturas tenía que matricularse en la universidad», «los niños de hoy están atontados».
Estudiar hay que estudiar y hay ciertas cosas que hay que hacer pero ¿cuándo seremos conscientes de que tienen que cambiar las cosas? 
«Es que los niños de hoy en día son tremendos» ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? pero señores, los niños de hoy en día no nacen con ningún gen que les haga ser más maleducados o más intolerantes. Nacen en una sociedad que tiene unos determinados patrones. La familia, los amigos, la sociedad en general transmite unos valores y el niño crece en ese entorno.
Esta viñeta de Faro representa lo que yo creo que está pasando:

La ESO no tiene la culpa (o al menos no ella sola). Más bien, TODOS tendríamos la culpa. Y como bien dice la viñeta: «si la culpa es de todos, todos tenemos parte de la solución». Señor/a profesor/a, querido/a padre/madre, excelentísimo/a político/a, estimado/a ciudadano/a ¿quiere que cambie las cosas? predique con el ejemplo, cambie usted mismo y participe en la transformación social y educativa, a veces no hace falta saber a dónde ir, sólo tener claro que hay que cambiar, la voluntad de cambiar, la actitud de hacer las cosas de otra forma es realmente lo importante.
5 comentarios en «La ESO no tiene la culpa»
  1. Estoy contigo, tenemos que cambiar la sociedad para que cambie la educación de todos porque ya tenemos claro que es la tribu la que educa y no podemos seguir insistiendo en que la "escuela es la que enseña". Desde todos los ámbitos hay que hacer planteamientos que cambien la ciudadanía. Un saludo Loly Álvarez

  2. Completamente de acuerdo. Hasta las narices de oír que la escuela no educa en valores, o que se "carga" la creatividad de las y los chavales…
    ¿Cuáles son los valores que prima esta sociedad de verdad? ¿Cómo fomenta la creatividad? Por que una cosa es decir que vemos los documentales de la 2 y otra que los veamos de verdad. Me río de una sociedad que dice que quiere fomentar ciertos valores y luego ve mayoritariamente tele5.
    Bueno, en realidad lloro más que me río.

  3. El alumno del ESO está en los centros diponible 30 horas semanales. Pero además necesita apoyo externo. ¿Cómo sería el fracaso si el sistema no se apuntalara con ayudas de padres y academias?
    Precisamente cambiar es lo que resulta más complicado porque exige romper con viejos moldes, es decir, esfuerzo.

  4. Que razón tienes en la importancia de educar para los trabajos del futuro. Como Técnico de Empleo no puedo entender a que esperan los políticos para abrir los ojos.Cada día atiendo a muchas personas desempleadas e incluso aconsejo empresarios que ya no saben que hacer, y me pregunto ¿Porque nadie les preparó para tener un trabajo, para llevar una empresa? Todo hubiera ido mejor.
    Una gran parte de la población no tiene formación secundaria, ni específica en un sector, por otra parte aquellos que tienen educación superior no encuentran empleo porque no se ha creado un sistema productivo y empresarial competente.
    Ahora sabemos con absoluta seguridad que la tecnología y los idiomas serán esenciales para encontrar empleo en el futuro, porque ya lo son en estos momentos, y ¿Que hacemos en los colegios? Se ve muy por encima,como mucho le dedican una hora semanal, se pierde mucho tiempo intentando que los niños atiendan, que los jóvenes se centren en clase. y ¿Que hacemos los padres y madres? Correr siempre con las prisas, las preocupaciones. Y ¿que hacemos los partidos políticos? Mirarnos el ombligo por miedo a levantar la cabeza y darnos con una realidad dura, muy dura y admitir que para cambiarla tenemos que hacer muchos cambios dentro de nuestra organizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *